¿Es legítimo vulnerar la privacidad y la protección de datos de los usuarios para controlar la expansión de la Covid-19? El organismo de protección de datos noruego obliga a las autoridades sanitarias a detener el uso de la app de rastreo impulsada y a repensar su funcionamiento. En este post de Conversia puedes leer toda la información.
Smittestopp pone en riesgo la privacidad de los usuarios por el uso del GPS
El Instituto Noruego de Salud Pública (FHI) ha informado que detendrá la recopilación de datos de los ciudadanos a través de la aplicación diseñada para frenar la expansión de la Covid-19, Smittestopp (freno a la infección). Esta app se lanzó al mercado el 19 de abril con dos fines: comunicar a los usuarios si han estado cerca de una persona infectada y permitir a las autoridades monitorizar los desplazamientos de la población. Sin embargo, el pasado viernes 12 de junio, la Autoridad Noruega de Protección de Datos (Datatilsynet) aconsejó a las autoridades sanitarias noruegas que el tratamiento de datos personales a través de Smittestopp debía cesar.
Según la Datatilsynet, “en función de la situación actual, menos grave, con una baja incidencia de infecciones, y un logro deficiente de los objetivos de detección y de la evaluación de medidas preventivas, ya no consideramos Smittestopp como una intervención prioritaria sobre la privacidad del usuario individual”. Desde la Autoridad señalan que “el FHI puede continuar recolectando datos si lo hace de una manera justificada con respecto a la privacidad de los usuarios. La prohibición temporal no significa que la aplicación desaparezca definitivamente”.
El organismo de Protección de Datos noruego señala que el problema radica en el uso del GPS para recopilar los datos de ubicación de los usuarios. Según indican, en este momento “la intervención es mayor de la necesaria. Con el GPS, el FHI puede monitorear el patrón de movimiento de los usuarios, además de recopilar datos sobre su relación con otros usuarios de la app. Dependiendo de cuántas personas la descarguen y la utilicen, el monitoreo puede realizarse a gran escala. Todo eso va contra las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y el Supervisor Europeo de Protección de Datos, al producirse una gran interferencia en la privacidad de las personas”.
Mejorar la aplicación en materia de protección de datos
A pesar de que no estar del todo conforme con la medida, el Instituto Noruego de Salud Pública (FHI) entiende la necesidad de eliminar los datos y detener el rastreo. En este sentido, la directora del FHI, Camilla Stoltenberg, afirma que “la aplicación es importante en la preparación para emergencias en la situación actual. Con la suspensión, debilitamos una parte esencial del trabajo, porque perdemos tiempo en desarrollar y probar la aplicación”. Desde el Gobierno defienden que la prevención de infecciones de la app compensa la interferencia en la privacidad de los usuarios y esperan que la aplicación se pueda volver a poner en el mercado ya que la consideran “una herramienta muy importante para el futuro”. Asimismo, ya han comunicado la voluntad de mejorar la app para poder utilizarla de nuevo.
El desarrollo de la aplicación noruega costó casi 300.000 euros y ha sido descargada 1,6 millones de veces, con 600.000 usuarios activos (el 14% de la población) según las cifras del FHI.